Wednesday, September 18, 2013

Canino malabarista en Guinness World Records 2014

A pesar de poder realizar estas grandes acrobacias es imprescindible que no se replique en circos con caninos u otros animales.

Ozzy, una cruza entre border collie y kelpie, vive en el Reino Unido, y puede cruzar una cuerda de 3,5 metros en apenas 18,22 segundos.

Este talentoso can nació en Anglesey, en el norte de Gales, pero ahora vive en Norwich con su dueño, Nick Johnson, un carpintero de 51 años. Nick, que no tiene experiencia formal en entrenamiento canino, dice que aprendió algunas técnicas por internet y que la clave del entrenamiento es “construir una relación y hacer el esfuerzo para entender a tu perro”.

Guinness World Records
El animalito, de cuatro años, fue adoptado en el Centro de Rescate Animales FAITH en Norfolk. Según su dueño: “Los padres de Nick son perros ovejeros en una granja, lleva en la sangre querer trabajar cerca de mí. Ozzy se pone contento cuando trabaja en los trucos que hacemos y los considera un juego. 

También practicamos solo cuando Ozzy está de humor, después de hacer todas sus cosas de perro, como olfatear y conocer a otros perros”.
Ambos incluso participaron del reality de concursos Britain’s Got Talent este año.


Guinness World Records
Sobre el récord, Nick dice: “Me llena de orgullo y me hace muy feliz que Ozzy y yo tengamos una amistad y una relación tan fuerte que podamos trabajar juntos en trucos y juegos que sean reconocidos por Guinness World Records”.

La mirada intersexual, El chico de oro


¿Como Hubiera sido tu vida si fueras un hermafrodita?

Alemania ha roto legislativamente las barreras ideológicas sobre la construcción de género: Desde noviembre, por primera vez en Europa no existirá solo el sexo masculino y femenino, sino también el indeterminado. La medida quiere evitar que los padres estén obligados a registrar un bebé bajo las casillas de hombre o mujer en aquellos casos en que su sexo sea ambiguo. En Alemania nacen al año 400 bebés intersexuales. Son personas hermafroditas, que desde 2006 se optó por definirlos como intersexuales.

El chico de oro (Bruguera) de la escritora Abigail Tarttelin (Grimsby, Reino Unido, 1987) sumerge al lector en la realidad de un intersexual adolescente. El protagonista Max Walker tiene 16 años y no puede definir su género. Nacido con partes íntimas femeninas y masculinas, adopta la identidad de un varón hasta que una violación sexual lo obliga a confrontarse con su ambigüedad. Para Max no todo es blanco o negro: Percibe pertenecer a ambos sexos, física y mentalmente. Pero en una sociedad que difícilmente acepta los matices, su estado lleva al aislamiento y a vivir con el peso de un secreto que aplasta y condiciona su vida social y familiar. Esta es la realidad de muchos intersexuales: “A raíz del hecho que las variantes de este fenómeno se dan en distintos grados y cada caso es único, es muy difícil hablar de su frecuencia y más difícil aún que ellos establezcan comunidades”, explica Tarttelin. Empero existen, y la autora insiste en las cifras: “Según la Intersex Society of North America, una de cada 2.000 personas es intersexual y uno cada 100 bebés nace con genitales ambiguos”.

Investigados los aspectos médicos de esta condición y encontrados testimonios directos en algunos blogs, Tarttelin ha madurado su propia opinión sobre la construcción de género: “Deberíamos buscar como desencasillar los estereotipos que hemos construido sobre nosotros y permitirnos la libertad de ser lo que sentimos que somos”. La escritora defiende las teorías queer que consideran las operaciones quirúrgicas una mutilación genital: “Es quitar al individuo la libertad de tomar su decisión”, reivindica.

En El chico de oro Tarttelin ha compaginado brillantemente sus talentos: Su pasado como actriz de teatro le ha permitido construir su narración a través de diferentes puntos de vista. Su trabajo como bloguera en el Huffington Post y como editora para Phoenix Magazine le ha munido de herramientas para desarrollar un estilo atractivo y fluido, que se ha comparado con las plumas de Jeffrey Euggenides, Lionel Shriver o John Irving. Con 25 años, la autora mete sus capacidades a servicio de unas realidades que muchos desconocen —o que muchos no quieren hablar, como las violaciones sexuales. Por eso ha decidido escribir en primera persona, desde el punto de vista subjetivo de la víctima, la escena del abuso sexual de Max. “No solo la violencia es el efecto de una violación, sino también el despojo de la autonomía y la pérdida de control sobre el propio cuerpo chocan a la víctima”, relata.

El chico de oro es una novela sobre el juego de las apariencias y los conceptos de normalidad; la noción de identidad y como ésta se construye a través de la mirada de los otros. Según la autora “Es miedo, vergüenza e ignorancia que llevan a Max a una posición de baja confianza para defenderse a sí mismo. Es a través de la búsqueda de su propia identidad que al final es valiente”.

El desarrollo de la historia se narra a través de seis protagonistas. La editora de la versión española del libro, Carol París, evidencia cómo esta técnica de múltiples narradores “hace situar también al lector en un estado de ambigüedad”. Por lo menos durante las 400 páginas del libro el lector se ve obligado a salir de sus restricciones conceptuales para comprender al protagonista. El reto es llevar este ejercicio a la realidad, para que personas como Max se sientan protegidas en una sociedad que, por primera vez en Europa, ha hecho un primer paso hacia la aceptación de los matices.

La NASA ofrece 12.000 dólares por permanecer acostado 70 días

La NASA ha comenzado a reclutar voluntarios para un experimento en el que los participantes deberán permanecer 70 días acostados en una cama, tras los cuales recibirán una gratificación de unos 12.000 dólares.



El objetivo de este ensayo es comprobar cómo las condiciones de microgravedad en las que viven los astronautas afectan al funcionamiento del sistema cardiovascular o a la fortaleza y tamaño de los huesos y músculos, indica la agencia espacial estadounidense.

Con este fin ya ha comenzado la primera fase de captación de voluntarios, a quienes les ofrecen un pago mensual de 5.000 dólares.

Los participantes del experimento deberán pasar 70 días acostados en una cama con los pies situados en una posición ligeramente superior a la cabeza, recreando las condiciones de microgravedad de los astronautas.

A pesar de la 'limitación espacial' los participantes podrán entre otras cosas, jugar a videojuegos, navegar por Internet, ver televisión, leer libros, recibir visitas e incluso ducharse en el mismo habitáculo.

Al terminar el experimento los voluntarios volverán a la vida normal tras una etapa de 14 días de recuperación, donde se adaptarán poco a poco a las tareas rutinarias diarias. Además, en todas las fases del estudio, los investigadores de la NASA comprobarán el estado del sistema circulatorio, muscular, óseo, cardiovascular y nervioso, además de descartar posibles problemas infecciosos o nutricionales.



Sunday, September 15, 2013

Expresidente Gaviria dijo. Soy un soldado del presidente Juan Manuel Santos


Al parecer, Satos a pesar de la mala racha a raíz de el paro agrario si se lanzara como candidato a la presidencia!
El expresidente lanza críticas a la Fundación Buen Gobierno y a quien la lidera, Vargas Lleras.

“Yo soy un soldado del presidente Santos y en el Partido Liberal vamos a trabajar por la recuperación de su imagen y por obtener su reelección”.
Con estas palabras, el expresidente César Gaviria les pone fin, en el siguiente reportaje, a las versiones sobre un supuesto malestar del exmandatario con el Jefe de Estado.
Gaviria hace además una enérgica defensa de la posición asumida por el presidente Santos frente al diferendo con Nicaragua. “Comparto con el presidente Santos que en estos momentos el fallo es inaplicable. Para buscar una solución, hay que encontrar un camino jurídico constitucional que hoy no existe. Será un camino largo por recorrer y que implica un buen grado de unidad nacional. El fallo de la Corte Internacional de Justicia fue evidentemente muy lesivo para los intereses de Colombia, y no va a ser fácil enderezar eso”.
¿El apoyo expuesto tanto por el expresidente Uribe como por el Polo Democrático no anticipa que es posible una gran unión nacional?
Sí, pero eso solo se podrá hacer cuando el Gobierno tenga una fórmula de carácter jurídico; en este momento no la hay. Y también, cuando exista una agenda de objetivos.
¿Cómo resumiría usted cuáles son las aspiraciones de Colombia?
Ese es un tema mayor. Tiene que ver con la unidad del archipiélago, el respeto a otros tratados que ha firmado Colombia, la reserva natural, los derechos de los pescadores, desechar la idea de la extensión de la plataforma continental de Nicaragua. Por ahora, con su posición, el Presidente interpretó al país, y yo creo que ese es el camino a seguir.
¿Cuál es su opinión sobre la demanda contra el Pacto de Bogotá presentada por el presidente Santos ante la Corte Constitucional?
Pues que definitivamente no vamos a seguir sometiéndonos a la jurisdicción de la Corte Internacional de La Haya, y yo creo que el Presidente tiene razón. El fallo nos impuso una delimitación a lo que no estábamos obligados, pero un día decidimos aceptarlo expresamente. La Corte Internacional no tiene una facultad propia para delimitar sin que los países, y en este caso Colombia, lo soliciten. No veo para qué vamos a seguir en esa jurisdicción.
¿Cree que Colombia debe implementar pronto el fallo o está de acuerdo con la teoría de que eso requiere muchos años de estudio?
Ese es un tema que tiene dos aspectos: uno, Colombia tiene que tomar esas decisiones en un clima más sereno, menos crispado en torno al fallo de la corte; dos, hay que definir cuáles son nuestros objetivos; tiene que estar claro el camino jurídico. Aún no lo tenemos, y no creo que este sea el momento para buscarlo.
Pero, concretamente, ¿qué es lo que no está claro?
El Presidente no puede decir simplemente “acato el fallo”. La Constitución no dice cómo se hace eso. No hay en la Constitución un camino que señale cómo cambiamos los límites del país sin un tratado internacional. Allí hay un vacío. No se prevén los arbitrajes o fallos. Y ahora hay otros objetivos que defender.
¿Cómo cuáles?
La unidad del archipiélago, que lo dejaron hecho pedazos.
Pero el Presidente anunció el establecimiento de lo que él llamó “zonas integradas” para salvar esa unidad.
Esa es una manera de buscar la unidad, pero no necesariamente es la definitiva; eso va a tener que quedar en un tratado. Por ahora, el Presidente procede bien emitiendo los decretos y dejando claro que Colombia aspira a que no le toquen la unidad del archipiélago.
El presidente Ortega ha dicho que Nicaragua está dispuesta a negociar inmediatamente un tratado con Colombia. ¿Cuál es su opinión?
Allí puede haber un camino, pero para eso los colombianos, y no me refiero solo al Gobierno, tienen que hacer una discusión clara. Incluidos los miembros de la asesora, que nos están asistiendo para tratar de ver cuáles son nuestros objetivos. Una salida solo se podrá concretar cuando nos pongamos de acuerdo en lo que es esencial, es decir, donde están los derechos de Colombia que son irrenunciables.
¿Es partidario de que todos los expresidentes, incluyendo a Uribe y a Pastrana, vayan a la asesora?
Ese es un tema de ellos. Pero no podemos seguir ahondando las diferencias que pueda haber con los presidentes Uribe o Pastrana, o con la excanciller Noemí Sanín. Tenemos que ver entre todos cuál es el camino a seguir y cuáles son las aspiraciones que tiene el país.
¿Usted no tiene claro cuál es el camino a seguir?
No, claro que no, ni el Presidente tampoco.
¿Ahora, sobre política nacional, cómo va el país?
En el país hay un malestar muy grande, no muy distinto del que se dio en Brasil contra el mundial de fútbol, o en Chile contra el sistema educativo, o en Francia por aumentar en 2 años la edad de jubilación, o los grandes incendios de los barrios de Londres, o las protestas de Turquía. En los países hay tensiones de distinta naturaleza y se dan oleadas de malestar, y hay que tener paciencia; la gente protesta y expresa su malestar, pero no tiene a la mano sus soluciones.
¿Pero, en general, cómo cree que va el Gobierno?
Colombia está en la cima de los países del mundo en materia de crecimiento hoy. Solo Panamá, Chile, Perú están creciendo en América Latina como Colombia. Entonces es difícil decir que el Gobierno es malo, o que todo es culpa del Gobierno. No. Hay cosas que algunos funcionarios no hacen bien; hay problemas en el funcionamiento de la economía, en el sector agropecuario. Pero yo creo que la clase dirigente de este país no se puede dejar emborrachar por argumentos extremistas. Tiene que serenarse y rodear al presidente Santos, más allá de la reelección, para no perder el rumbo ni el sentido de las proporciones. La solución no está en acceder a lo que todo el mundo pide. Una buena política no se hace de retazos. Los problemas que Colombia tiene no son por lo que hizo Santos, ni Uribe; los problemas que hay son por lo que hemos dejado de hacer desde hace muchos años.
Esta declaración suya contradice la versión callejera de que usted está muy molesto con el presidente Santos. ¿Es así?
Yo no estoy molesto con el Presidente. Estoy molesto porque se generaron situaciones indeseables y toda clase de versiones inverosímiles, que nadie contrarrestó, sobre qué había buscado el Presidente con el cambio de gabinete.
¿Situaciones indeseables e inverosímiles como qué?
Unas iban dirigidas a golpear a algunos partidos de la coalición. A eso no le veo utilidad, y eso es innecesariamente ofensivo.
¿Pero, como cuáles?
Hablemos de las más precisas: que yo había estado atajando el nombramiento del doctor Alfonso Gómez Méndez, por quien tengo gran admiración y de quien creo que ha debido ser el primer ministro de Justicia del presidente Santos. Esa era la persona que le hubiera ayudado a hacer una buena reforma de la justicia. Él es una persona muy independiente y creo que no es de nadie; él mismo dice que es y ha sido lopista toda la vida. Pero frente a las cosas que se dijeron, tanto la Presidencia como Alfonso pasaron callados, y entonces yo quedé con ese pecado, parece que insoluble ya. La gente de la W tiene razón en mantener su versión. Esta versión pudo surgir de una reunión reciente que salió en los medios de Alfonso Gómez con Germán Vargas, en la cual hicieron las paces, porque el doctor Vargas se había opuesto al nombramiento de Alfonso Gómez como ministro al crearse el ministerio.
Hubo otras versiones un poco denigrantes que decían que la única persona leal con el Gobierno es Germán Vargas Lleras, y nadie ni en el Gobierno ni en la Fundación Buen Gobierno ha desvirtuado eso. El propio doctor Vargas ha podido decir que él no creía que él sea la única persona leal al Presidente. El único que no era traicionero. Ese silencio implica concesión.
¿Pero el problema fue el nombramiento de los ministros?
No. En el Partido Liberal no hay ministros samperistas, ni gaviristas, solo liberales; el martes hubo una reunión de todos los parlamentarios con el director del partido: apoyaron a todos los ministros. Y al Presidente en su posición frente al fallo de La Haya. Entre otras cosas yo no me le meto al Presidente en la escogencia de colaboradores. Él lo sabe; yo nunca lo he llamado para que nombre a nadie o no nombre a alguien, o ‘desnombre’ a algún colaborador.
¿Entonces por qué hubo tanto ruido?
Le hicieron daño al Presidente con esas lecturas que parecen venir de miembros de la Fundación Buen Gobierno, que, como está hoy funcionando, no cumple ningún papel para ayudar a que la coalición se fortalezca. Parece haber más acciones de disociación que de unión. No sé cómo van a ayudar a guiar una campaña con un ambiente tan negativo como el que están creando.
¿Pero, entonces, concretamente qué fue lo que originó su malestar?
Es que hay por ahí la impresión de que en la Fundación Buen Gobierno hay dos planes: un plan A, que es reelegir a Santos, y un plan B, que es elegir a fulano de tal, si Santos no se presenta. ¡No! Qué pena, ¡no! El Partido Liberal está en la reelección del presidente Santos; no tiene un plan B. A ese plan B no nos van a llevar ni a palo ni a rejo. Ya estamos muy grandes para aceptar eso.
¿Es que realmente usted cree que hay un plan B?
Hay gente que cree en eso y están trabajando en función del plan B. ¡Nosotros no! Y no creo que los otros partidos de la coalición anden en eso.
¿Cree que el presidente Santos se va a presentar?
Estamos pasando por un mal momento, pero creo que el Presidente se va a recuperar y se va a presentar. Vamos a dar la batalla por que recupere su imagen y lo logremos reelegir. Él es un presidente bien estructurado. No recuerdo de ningún otro en décadas recientes tan bien preparado como el presidente Santos; es una persona serena, que no ha divido el país, que ha tratado de tomar buenas decisiones, aunque algunos colaboradores le han fallado en ese propósito. Él debe sacar el proceso de paz adelante.
¿Cree que el Partido Liberal irá unido al próximo congreso?
A pesar de todos los intentos que han hecho en estos días por crear discordia, la unión liberal está viva e iremos unidos; esperamos tener un congreso sereno cuyo principal objetivo será impulsar la candidatura del presidente Santos.
¿Como ve usted a Vargas Lleras?
El doctor Germán Vargas, como todo el mundo lo sabe, está dedicado a hacer sus listas y a inaugurar sus casas solito. Creo que eso lo está haciendo mejor que sus actuaciones en favor de la coalición que respalda al Presidente. La Fundación Buen Gobierno, a mi juicio, está empezando su tarea con el pie izquierdo, restando más que sumando.
¿Usted piensa regresar a la política activa para respaldar la reelección del presidente Santos?
No sé si me necesiten. Tengo claro que quiero defender al Gobierno.
¿Pero le han dicho hasta ‘traicionero’?…
Porque a veces digo lo que yo pienso. Son errores de los funcionarios; yo no veo que se le haga bien al Presidente simplemente con lisonjas y complacencia, diciendo que todo está bien. Voy a estar bajo la orientación de mi partido y prestándole al Presidente los servicios que él quiera que le preste en el momento en que decida lanzarse a la reelección. Yo soy su soldado.

Saturday, September 14, 2013

Chica trans detenida en una cárcel de varones cuenta como vive !


Le fueron negados muchos derechos y por su condición trans fue victima de discriminación.

Desde los 16, Emilce Lobos es Emilce y no Daniel Hernando como figura en el complejo penitenciario federal de varones de Ezeiza, donde está alojada desde hace cinco años a la espera de la decisión de un juez sobre el homicidio que se le atribuye. Ahora, logró que la trasladen junto a otras seis personas transexuales a un pabellón exclusivo para homosexuales y trans.
Mientras permaneció en pabellones comunes, a Emilce -rubia, cabello largo, maquillada, pechos exuberantes- no sólo la nombraban de "él" o "aquel". En una sala de visitas de la cárcel, Emilce le cuenta a LA NACION que la violaban otros presos y los guardias, que irrumpían en mitad de la noche con "inspecciones"; que le cortaron la medicación por el VIH; que los médicos no se hacen cargo de los tratamientos hormonales y una vez se le encapsuló una prótesis de mama por un golpe que le dio un agente; que como le negaban el derecho a trabajar y a recibir educación que tienen todos detenidos, hizo una huelga de hambre que la dejó un mes internada con anemia aguda.
A eso lo pagó- como cuenta- con una reprimenda por su rebeldía: la trasladaron al pabellón de Robledo Puch, en Marcos Paz, alguien que conocía de la televisión y le daba mucho miedo.
"Acá en Ezeiza estamos mejor tratadas; unas treinta seremos. Hace un tiempo me casé con Walter, que pasó por gay y está detenido conmigo", dice. Este es un derecho que habilitó la ley de identidad de género. Aunque cuenta que le hubiera gustado casarse con nombre que usa desde hace más de media vida, dice que "no conviene tramitar el DNI, para evitar represalias". La ley también permitiría su traslado a una cárcel de mujeres. La semana pasada, en un fallo histórico, un juez cordobés autorizó el traslado de una persona trans femenina con el resto de las mujeres. Después de todo lo que vivió, Emilce dice que no está tan segura de pedir ese traslado.
"Acá en Ezeiza estamos mejor tratadas; unas treinta seremos"
"A veces, me parece que sería conveniente vivir con mujeres, por un tema de respeto, de pronto acá me están llamando de otra manera, como varón, para evitar esas cosas, la humillación, la falta de respeto", dice. "Pero ahora estamos bien dentro de todo", repite. "Me gusta convivir con gente de la condición homosexual. Me acuerdo de convivir con una población de hombres comunes y ya no más. Por mi integridad física".
Un cambio penitenciario
Hasta 2010, las presas trans estaban alojadas en el Complejo Penitenciario Federal II de Marcos Paz, ya que el pabellón 4 del Módulo I era enunciado por la administración como destinado al encierro del "colectivo homosexual". La Procuración Penitenciaria Nacional cuestionó en aquel entonces el criterio según el cual se alojaba a "sujetos homosexuales y travestis como personas a las que se las vincula con delitos contra la integridad sexual".
Como mecanismo para intentar resolver el problema se propuso un sistema de división del pabellón "en grupos menores y específicos combinando horarios de encierro en celda individual y de permanencia en los sectores comunes dentro del pabellón (sectorización)". Según denunció la PPN, esta sectorización generó "cuadros de depresión" en las personas alojadas en dicho pabellón. "Entre finales de 2008 y mediados de 2009, tres personas fueron encontradas ahorcadas dentro de sus celdas del Pabellón 1/4 del CPF II de Marcos Paz", sostiene el informe 2009 de la PPN.
- ¿Te tocó estar entre hombres?
- En estos cinco años que estuve detenida pasé por varias etapas. En Marcos Paz teníamos un pabellón de 50 o 60 personas donde estábamos todos juntos: homosexuales, trans, hombres por abuso deshonesto, violadores, heterosexuales comunes no. A mí la verdad me produjo un problema psicológico gravísimo estar así. Entonces cuando nos vinimos acá vinimos con un sistema distinto. Tenemos 4 pabellones, dos para trans y dos para homosexuales.
Jorgelina Belardo, una persona trans que trabaja en el Inadi y coordina un proyecto en cárceles vinculado a la salida laboral de la comunidad de travestis, enfatiza en que las cárceles tienen que respetar el cambio de identidad porque es un derecho de todas las personas trans. Dice que quizá falta, en muchas de las trans detenidas, una comprensión cabal de la importancia de la ley de identidad y una lucha firme para que se respete la ley. Ella invita a no dejarse vencer por el miedo a las represalias y a pelear juntas. "Con lucha se logró alojarlas a todas en Ezeiza en un pabellón mixto con homosexuales", recuerda. Es el lugar donde está Emilce.
A principios de 2010 el Servicio Penitenciario Federal dispuso el traslado del colectivo homosexual, transgénero y transexual al Módulo VI del Complejo Penitenciario Federal I. Entonces, se inauguró el Programa de Abordaje Específico para las Personas Trans.
"Me gusta convivir con gente de la condición homosexual. Me acuerdo de convivir con una población de hombres comunes y ya no más. Por mi integridad física"
Según la PPN, "a diferencia de otros módulos y Unidades, el trato del personal penitenciario y autoridades a cargo de los pabellones mencionados para con este Organismo pudo desplegarse de forma respetuosa; los reclamos y pedidos puntuales que se hicieron en relación a demandas de los detenidxs fueron tenidos en cuenta".
Belardo conoce la situación de cárcel por haberla vivido: estuvo detenida casi tres años. "Yo empecé a estudiar Abogacía. Lo que me dio a mí la comprensión es la educación, sino no se alcanza a comprender la dimensión política e ideológica de las cosas. Sabemos que el problema de las chicas trans es la falta de formación y también la falta de afecto".
La fuerza de la lucha
Emilce todo lo conquistó a fuerza de huelgas, de lucha en el interior de la cárcel. "Soy partidaria de tratar de conseguir las cosas y estar bien. Acá para conseguir algo me costaron internaciones, huelgas de hambre, para poder tener un taller para trabajar, para que nos dejaran estudiar como a todos los demás, para que nos atienda un médico", enumera. Cada lucha la dejaba al borde de la muerte.
- ¿Para el casamiento también tuviste que luchar?
- Lo del casamiento fue largo. Iba a ser en septiembre del año pasado y tuve que hacer denuncias, presentación de hábeas corpus, que me resultaron favorables. Yo ni documento tenía porque ellos lo perdieron cuando me detuvieron.
La pelea es una constante en su vida. A los 17 años se vino sola de Tucumán "por respeto a su familia". La única posibilidad de trabajo que vio fue la prostitución, hasta que fue detenida. Siempre tuvo y todavía tiene un DNI que no la representa. "Siempre me dio vergüenza ir a un hospital a hacerme un control, o estar en un lugar público para hacer algún trámite y de pronto la gente te ve así y te lo grita más. Las veces que sentí una humillación bárbara", recuerda. Ahora, con la ley vigente, podría tramitar la rectificación de su partida de nacimiento, pero prefiere esperar la libertad para eso. Adentro tiene demasiados temas que atender, su salud, por ejemplo.
"Soy una persona portadora de VIH que negativicé mi enfermedad acá estando presa. Se me diagnosticó la enfermedad estando detenida. Pasé momentos muy horribles", cuenta. Se explaya en las peripecias para recibir atención: "Conseguir un tratamiento me costó días en los juzgados, esperando una audiencia con un juez para que me llamen a un médico legista que me hiciera un estudio y para decirle que yo quería medicarme. Tuve que llegar hasta las últimas instancias para medicarme".
También tuvo que suplicar para recibir el tratamiento hormonal. "Esas cosas acá no existen. El médico no se hace cargo. Entonces se suspenden todos los tratamientos y arreglátelas. Por eso es que algunas van decayendo. Sería un avance bárbaro que se pudieran continuar los tratamientos, igual la lucha sigue, por ahí lo conseguimos", dice. Ruega, casi. Que el Estado debe hacerse cargo de la hormonización de las personas trans lo dice la ley de identidad de género en vigencia. "La vez pasada tenía una prótesis de mama que se había encapsulado, terminé en el hospital. Un cirujano me hizo una ecografía y lo que tenía era a causa de un golpe que me habían pegado. Un policía me había dado una trompada".
Cumplir la ley de identidad de género
Belardo considera que buena parte del problema de hormonización estaría atendido si las detenidas y detenidos trans se encuadraran en la ley de identidad de género. "Es contradictorio exigir al Estado si no acceden a su cambio de identidad. Los tratamientos están contemplados en la ley. Pero hay que acogerse a ella". Según explica: "Estas chicas han vivido toda la vida de la prostitución, excluidas de la sociedad, con juicios no justos. Son vidas complicadas, de humillaciones, maltratos desde que estuvieron detenidas. Por eso cuando encuentran un lugar que más o menos les respeta su modo de vida les resulta difícil atreverse a un cambio".
Para la histórica activista trans Lohana Berkins, miembro del Observatorio de Género en la Justicia de la Ciudad de Buenos Aires, la posibilidad de cambiar o no su DNI es un derecho del que pueden hacer uso o no, depende lo que ellas quieran. "Buscamos que no sea obligatorio porque hay quien no lo quiere hacer. También respeto la decisión de las no quieren ser trasladadas", señala. "Como personas trans nunca vamos a exigir una política idéntica a las de las mujeres porque no lo somos. Tenemos que generar políticas públicas donde no se pierda la diferencia de lo que somos", concluye Berkins.
Lo que falta por hacer
Si bien, como señalan los activistas, la creación de un pabellón destinado específicamente al colectivo trans y homosexual es un avance, aún falta mucho por hacer en lo que respecta al trabajo específico para el respeto de los derechos humanos de estas personas. Las dirigentes señalan que las cárceles son un reflejo de la sociedad y se manejan con la misma lógica de un sistema binario que piensa en función de varones y, en un segundo término, de mujeres. Fuera de eso, las políticas públicas aún son muy limitadas.
En el Informe Anual de 2012 de, la PPN deja constancia de que "la decisión de trasladar al colectivo de trans, travesti y homosexual por parte del SPF, consistía en poder darles un tratamiento penitenciario diferenciado y en consonancia con las necesidades y particularidades que posee esta población; no obstante ello, en la práctica esto no fue así. En virtud de los distintos relevamientos efectuados por esta Procuración se puede afirmar que el traslado se produjo como cualquier otro, sin un proyecto de trabajo de tratamiento pensado para el colectivo".

Cuánto cuesta un congresista en Colombia

Sumada su Unidad de Trabajo Legislativo, la asignación mensual, las primas y prestaciones y promediando el costo de sus beneficios, un congresista le puede costar a los colombianos cerca de los $3.200 millones durante los cuatro años que comprende su periodo.

Mas allá de pensar en si es justo o no  el monto de dinero, deberíamos analizar los resultados que ha generado el congreso de la república; si las leyes y normas aprobadas han beneficiado o perjudicado a el país!


Los 268 integrantes de la rama legislativa del país, 102 senadores y 166 representantes a la Cámara, entraron en la mira de los colombianos por la manera como se tramitó la Reforma a la Justicia, un proyecto que inicialmente pretendía descongestionar y fortalecer el sistema judicial del país y que terminó convirtiéndose en una serie de gabelas para magistrados y congresistas.

Las actuaciones despertaron tanta indignación en los colombianos, que desde que fue aprobada la polémica iniciativa, se iniciaron movimientos a través de las redes sociales que pedían la revocatoria del mandato de los que votaron a favor de la reforma.


Pese a que el Congreso ya hundió la reforma por unanimidad a través de un llamado a sesiones extraordinarias por el presidente Juan Manuel Santos, los ánimos siguen caldeados y los colombianos piden que los parlamentarios paguen el costo de sus decisiones.


De acuerdo con datos suministrados por el Congreso de la República sobre lo que cuesta un congresista mensualmente y un cálculo realizado, se encontró que los 268 parlamentarios les representan a los colombianos un gasto de más de $857 mil millones durante los cuatro años que comprenden su periodo. El valor se dedujo sumando prestaciones, salario y los beneficios a los que tienen derecho los parlamentarios.


* $22.147.029 es el sueldo mensual de un congresista de la república y se discrimina así:
- $5.354.960 como sueldo básico.
- $9.519.923 en gastos de representación.
- $1.487.470 equivalentes a la prima de salud.
- 5.784.676 equivalentes a una prima de localización y vivienda.

* $11.073.514 es el valor de la prima de servicios de los congresistas que se cancela en julio  

* $22.147.029  es el valor de la prima de Navidad que los congresistas reciben en diciembre.

* $28.335.000 Podrá costar mensualmente la Unidad de Trabajo Legislativo de cada congresista, que deberá ser integrada por no más de 10 empleados y/o contratistas.

* El Congreso de la República subsidia todos los tiquetes nacionales de los Representantes a la Cámara que se desplazan a sus regiones y también los de los Senadores que necesitan ir a los departamentos del país en los que obtuvieron votos.

* El Congreso de la República subsidia planes de hasta 900 minutos nacionales para los 268 parlamentarios. 

* Los congresistas tienen derecho a un vehículo blindado. Normalmente son 4x4. Los conductores son contratados en ocasiones a través de la Unidad de Trabajo Legislativo a la que tienen derecho los parlamentarios. Los repuestos y la gasolina de los automóviles deberán correr por cuenta de ellos, a menos de que sean presidentes de una Comisión o de una de las dos cámaras.

* Cada congresista tiene derecho a un policía como escolta. En caso de que se determine que está amenazado o que corre alto riesgo, podrá tener más uniformados a su disposición para que lo protejan.

Datos:
* 64 son los días que los congresistas sesionan en todo el año. 

* Por ley los congresistas sólo sesionan dos días a la semana y solo durante ocho meses.

* 2 millones 700 mil pesos gana aproximadamente un congresista por sesión, teniendo en cuenta que en promedio asiste a debatir y a votar sólo dos días a la semana.

REPRESENTANTES TOLIMENSES
- Rubén Darío Rodíguez Góngora, por el Partido Liberal
- Alfredo Bocanegra Varón, por el Partido Conservador.
- Hernando Cárdenas Cardoz, por el Partido Conservador
- Jaime Armando Yepes, por el Partido de la U
- Carlos Edward Osorio Aguiar, por el Partido de la U.
- Rosmery Martínez Rosales, por Cambio Radical

SENADORES CON VOTOS EN EL TOLIMA
- Guillermo Santos, por el Partido Liberal
- Juan Mario Laserna, por el Partido Conservador.
- Juan Lozano, por el Partido de la U.
- Jorge Robledo, por el Polo Democrático
- Camilo Sánchez, por el Partido Liberal.
- Hernán Andrade, por el Partido Conservador
- Juan Manuel Galán, por el Partido Liberal
- Alexandra Moreno Piraquie, por el Mira
- Jorge Eduardo Geche, por el Partido de la U
- Carlos Chavarro, por el Partido Conservador
- Rodrigo Villalba, por el Partido Liberal

OPINAN LOS EXPERTOS
ELIZABETH UNGAR
Directora de Transparencia por Colombia
Creo que la democracia cuesta y que su valor  no se debe cuantificar en pesos, sino en términos de resultados que son bienestar para todos los ciudadanos, decisiones más equitativas, relaciones de poder equilibradas y manejo trasparente de los recursos públicos. 

El monto no nos dice mucho, pero si ese monto se utiliza mal y en beneficio  propio, o faltando a las responsabilidades se puede traducir en un costo muy alto. Por lo tanto creo que es una cifra relativa. Me parece que si todos los congresistas cumplieran a cabalidad el mandato del constituyente primario ese valor se justificaría plenamente.

BEATRIZ GIL
Analista de Congreso Visible
Hay que tener en cuenta que un congresista necesita buenos asesores y buenas personas en las UTL y que la gran mayoría de los congresistas tienen que estarse desplazando para cumplir con sus labores. Aunque son dos días de sesiones en la semana.

ELIZABETH MARTÍNEZ
Coordinadora de la MOE 
El problema no es la suma, sino que el Congreso no asuma la responsabilidad política que tiene en un país como el nuestro con tantas problemáticas como la desigualdad y la pobreza. La tarea del Congreso es fundamental, con ese dinero deberían ponerse a pensar en los intereses del pueblo colombiano.